En la actualidad conviven distintos tipos de masculinidades, siendo las mas significativas:
Masculinidades hegemónicas: Cuando el hombre muestra una independencia a ciertas normas establecidas de manera cultural, está deconstruido, es autónomo en su comportamiento, generalmente proactivo y proveedor, comprometido en la crianza de los niños y niñas y con alto control emocional.
Masculinidades subordinadas: Se distancia en alguna forma de la anterior, el hombre posee dudas en su proceso de deconstrucción, siendo mas vulnerable, con una capacidad económica no del todo resuelta lo que le expone a críticas en ciertos espacios sociales, en vías del control emocional, con una autoexigencia entre lo que debe ser y lo que quiere ser.
Masculinidades con micromachismos: Son hombres que están en su proceso personal de deconstrucción social pero caen en prácticas inadecuadas con sus pares mujeres, no es abiertamente violento pero ciertos detalles de lo cotidiano le resultan aun difíciles de comprender (por ejemplo la idea de que el hombre debe pagar siempre la cuenta en una invitación).
Masculinidades y crianza: Para muchos hombres el ser padres les entrega una alta valoración social y cultural , cumpliendo una exigencia en lo reproductivo, pero es fundamental entender que paternar es algo mucho mas complejo e integro, involucrando emociones, reafirmando el valor de la co-crianza y siendo participes de la formación de los niños y niñas tanto en lo valórico como en lo afectivo, y no solo definirse desde el padre proveedor como sucedía en décadas anteriores.
